domingo, 28 de septiembre de 2014

Y me fui. Sin despedirme. Porque odio las despedidas, porque nunca se lo que hay que decir para que suene correcto, y, porque no, porque siempre lloro y, como la gente que conozco sabe, odio llorar delante de gente.

Y se que he sido descortés, que no os mereciais este desprecio, porque, aunque suene fuerte, eso es lo que fue, una mala jugada por mi parte hacia vosotros que me habéis soportado cuando estuve mal, que me habeis animado, insultado a aquel chico que me mareaba para quedar pero que al final siempre acababa dándome plantón, y como no, vosotros, con quien he soltado las mejores risas, de esas en las que tienes que luchar para recuperar él aire.

Y por todos esos momentos vividos os doy las gracias y a la vez os pido perdón. Espero que me perdoneis y que no me olvideis porque yo de seguro que no lo haré, y aunque suene a frase típica de despedida, espero que sigamos en contacto y que nos veamos pronto.

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